De maneras suaves y comportamiento discreto, nada hacía presagiar que Said Yalilí (Mashhad, 1965) tuviera grandes ambiciones políticas. Sin embargo, tras una meteórica carrera bajo el manto del líder supremo, Ali Jamenei, a quien guarda una gran lealtad personal, el hombre que durante los últimos seis años ha sido la cara de las negociaciones nucleares se presenta a las presidenciales del próximo día 14 con todas las cartas a su favor. El más radical de los ocho candidatos es un claro producto de la revolución islámica y un hueso duro de roer para Occidente. El aparato del régimen se ha movilizado para compensar su falta de carisma.
Fuente: El País. Leer noticia aquí
Foto: INCOTRANS – International Business Advisors ©