Los miembros de la Comisión Europea disfrutaban hasta ahora de un confortable anonimato que les eximía en gran parte de dar explicaciones sobre sus decisiones políticas. Pero la crisis se ha convertido en un enorme candelabro que ilumina hasta los rincones más umbríos de los pasillos comunitarios. Un escrutinio que sorprende e incomoda a un organismo poco acostumbrado a reconocer errores y que en 14 años solo ha cesado a un comisario (hace un par de meses).
Fuente: Cinco Días. Leer noticia aquí
Foto: INCOTRANS – International Business Advisors ©