Resulta sencillo caricaturizar Europa como una ingobernable colmena de la que sobresalen un pesimismo furibundo, un abrumador liderazgo de Alemania, una Francia en declive, un proyecto, en fin, que hace agua, lastrado por la inacción y por las ideas equivocadas. Parte de lo que significa ser europeo consiste en sentirse permanentemente defraudado, inevitablemente crítico. Pero algo está cambiando: la última cumbre constata que la Unión sigue avanzando, aunque sea con lentitud y timidez. De la austeridad a ultranza se ha pasado a las reformas con una pátina social, con medidas por fin de corto plazo para luchar contra el paro juvenil y la falta de crédito. La unión bancaria se retrasa y pierde ambición, pero ese tren no se detiene.
Fuente: El País. Leer noticia aquí
Foto: INCOTRANS – International Business Advisors ©
Otras noticias relacionadas:
«El Sur saluda el viraje del discurso europeo»
Fuente: El País. Leer noticia aquí
«La UE lanza un plan limitado contra el paro juvenil y la falta de crédito»
Fuente: Cinco Días. Leer noticia aquí
«Merkel defiende crear un fondo de solidaridad en la UE»
Fuente: Cinco Días. Leer noticia aquí