Una familia formada por dos hijos y una pareja en la que ambos trabajan tiene unos ingresos previstos anuales de 70.000 euros y sus gastos recurrentes ascienden a 60.000 euros. Por lo tanto, este hogar presenta un superávit estructural de 10.000 euros anuales. Sin embargo, en 2012, la vivienda familiar se inundó y las reformas ascendieron a 20.000 euros, lo que elevó el gasto total a 80.000 euros. Así, en 2012, la familia de este ejemplo registró un déficit de 10.000 euros.
Fuente: Cinco Días. Leer noticia aquí
Foto: INCOTRANS – International Business Advisors ©